
El entrenamiento en altura para ciclistas
El entrenamiento en altura para ciclistas se ha convertido en una de las estrategias más valoradas por los deportistas de resistencia que buscan llevar su rendimiento al siguiente nivel. Tanto para profesionales del World Tour como para aficionados que desean optimizar su capacidad aeróbica o aclimatarse a competiciones exigentes, la altitud promete beneficios fisiológicos notables y, correctamente planificada, es capaz de marcar diferencias importantes en el rendimiento sobre la bicicleta.
¿Qué es el entrenamiento en altura y por qué tiene tanto impacto en el ciclismo?
Hablar de entrenamiento en altura implica referirse a sesiones planificadas (o periodos prolongados) de ejercicio físico realizados por encima de los 1.500 metros sobre el nivel del mar, aunque los mayores beneficios fisiológicos suelen observarse a partir de los 2.000 metros. En este entorno, la presión atmosférica y la concentración de oxígeno se reducen, exponiendo al cuerpo a un fenómeno conocido como hipoxia. El resultado: una serie de adaptaciones que modifican variables sanguíneas, metabólicas, músculo-esqueléticas y, a medio plazo, permiten un uso mucho más eficiente del oxígeno, clave en esfuerzos prolongados y subidas de montaña.
En el ciclismo, donde la capacidad de transporte y utilización de oxígeno determina la resistencia y el rendimiento, estos estímulos fisiológicos pueden traducirse en una mejora de la potencia media, una tolerancia mayor a la fatiga muscular y tiempos de recuperación significativamente más rápidos. Además, las demandas del ciclismo profesional han situado las «concentraciones en altura» y la simulación de hipoxia como herramientas habituales en la preparación de grandes pruebas.
Mecanismos fisiológicos del entrenamiento en altura.
El ser humano, cuando se exponen a cotas elevadas, reacciona casi de inmediato: disminuye la presión parcial de oxígeno en el aire y la sangre transporta menos O2 a los tejidos. El cuerpo activa varias respuestas para intentar suplir esa carencia, que son la base de las adaptaciones buscadas en el entrenamiento en altura:
1. Aumento de la eritropoyetina (EPO) y de glóbulos rojos
La hormona EPO se secreta de manera incrementada, estimulando la médula ósea para producir más glóbulos rojos y hemoglobina. Esto mejora notablemente la capacidad de transporte de oxígeno, optimiza el consumo máximo (VO2 máx) y favorece el rendimiento en esfuerzos de larga duración.
2. Mejora la capilarización y angiogénesis muscular
El limitado aporte de oxígeno induce la formación de nuevos capilares, mejorando el flujo sanguíneo y la distribución de nutrientes y O2 a los músculos necesarios en el ciclismo.
3. Optimización metabólica y energética
A nivel celular, las mitocondrias aumentan su densidad y eficacia. El cuerpo se vuelve más eficiente en el uso de grasas e hidratos de carbono como fuente de energía, almacenando y aprovechando mejor el glucógeno muscular y tolerando de manera superior el ácido láctico generado en esfuerzos intensos.
4. Cambios cardiopulmonares y efectos hormonales positivos
El corazón se adapta para bombear más sangre con menos esfuerzo y los pulmones mejoran su capacidad de difusión. A nivel hormonal, la exposición a la hipoxia también puede aumentar la producción de testosterona y serotonina, acelerando la recuperación y potenciando la concentración.

Beneficios clave del entrenamiento en altura para ciclistas
El entrenamiento en altura para ciclistas aporta ventajas fisiológicas tanto en la altitud como, sobre todo, cuando se regresa a nivel del mar:
Mejora de la resistencia aeróbica
La mayor cantidad de glóbulos rojos generados incrementa el VO2 máximo, permitiendo mantener intensidades elevadas por más tiempo sin sentir fatiga precoz. Notarás que puedes sostener esfuerzos largos o subir puertos a mayor ritmo, con menor sensación de ahogo.
Mayor potencia en el umbral de lactato
El entrenamiento en hipoxia favorece la tolerancia y eliminación del ácido láctico de los músculos, pudiendo aguantar esfuerzos intensos sin acumulación de fatiga, fundamental al atacar o defenderse en subidas largas.
Aceleración de la recuperación post-ejercicio
Estudios recientes destacan que no solo se mejora el rendimiento durante la competición, sino que la capacidad de reparación muscular y recuperación tras esfuerzos intensos se optimiza, permitiendo entrenar o competir con menos días de fatiga acumulada (Bkool) .
Mejor gestión del metabolismo energético
El organismo se vuelve más eficiente en el uso de grasas y en almacenar y utilizar el glucógeno. Esto se traduce en poder hacer rutas largas sin “bajones” drásticos ni necesidad extrema de comer constantemente. Además, se reduce la acumulación de ácido láctico y se toleran esfuerzos de intervalos más prolongados.
Efectos psicológicos y motivacionales.
Entrenar en condiciones difíciles, como en la montaña o bajo hipoxia, genera una confianza en uno mismo y determinación especial. La fortaleza mental desarrollada durante estas sesiones puede convertirse en un plus psicológico durante el resto de la temporada.

¿Qué sistemas existen para realizar entrenamiento en altura?
Históricamente, la única forma real de aprovechar los efectos de la altura era viajar a zonas de montaña y permanecer allí varias semanas. Hoy, gracias a los avances tecnológicos, también existen métodos de simulación de altitud accesibles incluso desde casa o el gimnasio.
1. Entrenamiento en altura real
Se realiza en entornos naturales de montaña, a partir de 1.500-2.500 metros. Muchos ciclistas profesionales realizan etapas en lugares emblemáticos como Sierra Nevada, Andorra o los Alpes. El método más avalado es el «Live High, Train Low», es decir, vivir y dormir a gran altitud pero bajar para las sesiones intensas, maximizando así la calidad del entrenamiento sin sacrificar los efectos positivos de la hipoxia.
2. Altitud simulada e hipoxia artificial
Existen cámaras, tiendas de hipoxia, generadores de aire pobre en oxígeno y máscaras de entrenamiento diseñadas para recrear el efecto de la altitud sin movimiento de casa. Se puede dormir o pasar varias horas al día bajo hipoxia, o realizar sesiones específicas de ejercicio con el equipo correspondiente.
Tipos principales
- Tiendas de hipoxia: Se colocan alrededor de la cama y simulan una altitud entre 2.000 y 3.000 metros durante el sueño.
- Máscaras y generadores portátiles: Permiten realizar entrenamientos de baja o media intensidad inhalando aire con menor concentración de oxígeno.
- Habitaciones de hipoxia: Zonas acondicionadas en algunos centros de alto rendimiento.
3. Métodos mixtos e interválicos
El entrenamiento con hipoxia intermitente (intervalos breves de exposición, alternando aire normal y aire pobre en O2) permite obtener algunas adaptaciones sin efectos secundarios negativos de estancias prolongadas. Esta técnica se usa tanto en reposo como en sesiones específicas de rodillo o gimnasio, utilizando sistemas de reinhalación y máscaras especializadas.

¿Cómo se planifica un período de entrenamiento en altura?
La periodización y planificación son claves para aprovechar al máximo el entrenamiento en altura para ciclistas y evitar riesgos o frustraciones. He aquí las fases generales recomendadas, tanto en altura real como simulada:
1. Fase de aclimatación inicial (3-6 días)
- Reducción de volumen e intensidad entre un 30-40%.
- Prioridad a rodajes suaves (60-70% del umbral FTP o FCmax).
- Mucha hidratación, ingesta reforzada de carbohidratos y especial atención al descanso.
2. Fase básica/adaptativa (días 7-14)
- Introducción progresiva de entrenamientos de umbral, siempre priorizando la sensación subjetiva y evitando el sobreesfuerzo.
- Entrenamientos intervaloados suaves (Z2-Z3), fuerza-resistencia y rodillos con hipoxia intermitente.
3. Fase de intensidad controlada (hasta el día 21)
- Entrenamientos intensivos: series más largas, trabajos cerca del umbral de lactato.
- Bajada puntual de altitud para calidad máxima, si se usa el método HiLo.
- Mantener días de recuperación completos.
4. Retorno al nivel del mar
- Después de 2 a 3 semanas, el regreso a altitud normal suele provocar una “supercompensación” de rendimiento, con efectos más notorios entre los 4 y los 10 días siguientes.
- Planificar competiciones o pruebas importantes dentro de este intervalo de efecto residual para maximizar resultados.

Factores genéticos e individuales: respondedores a la altitud versus no respondedores
No todos los ciclistas obtienen las mismas mejoras tras un período en altura. Los llamados “respondedores de altitud” desarrollan claras mejoras fisiológicas (mayor potencia, resistencia, recuperación y vo2 máx), mientras que los “no respondedores” pueden experimentar fatiga, falta de mejoras o incluso empeoramiento del rendimiento.
¿Cómo saber si eres “respondedor”?
- No existe aún un test genético definitivo, pero si es tu primera experiencia, sube progresivamente y controla tus sensaciones, potencia en entrenamientos, descanso y análisis.
- Exposiciones repetidas pueden enseñar mucho sobre tu tasa de respuesta.
Consejos clave:
- Nunca ascender a altitudes extremas (>2.400m) sin experiencia previa.
- Asegúrese de tener los niveles de hierro óptimos y buena hidratación.
- Escucha tu cuerpo y planifica siempre con ayuda profesional.
Riesgos y contraindicaciones del entrenamiento en altura.
Una de las claves del éxito es el control de las cargas y la aclimatación gradual: los riesgos principales, como el mal agudo de montaña, el sobreentrenamiento, el insomnio, la reducción drástica de la potencia y hasta el riesgo cardiovascular, pueden evitarse haciendo una planificación profesional, análisis sanguíneos previos y progresión adaptativa.
Síntomas a vigilar:
- Dolor de cabeza persistente, náuseas, insomnio, fatiga crónica, deshidratación o pérdida acusada del rendimiento.
- Señal de alerta: Nunca prolongue el período en altura si experimenta síntomas graves.

Casos prácticos y ejemplos de planificación profesional.
En los equipos profesionales, los campos de entrenamiento suelen estar extremadamente medidos y monitorizados:
- Pretemporada: Fases largas de base aeróbica, con periodos de 2-3 semanas en altura (ej: Sierra Nevada, Altos de Andorra antes del Tour o Vuelta).
- Durante la preparación de grandes vueltas: Etapas intensivas arriba, períodos de descenso a casa oa menor altitud para entrenamientos de calidad, y final con un reintegro en altitud para trabajar los detalles finales antes de competir.
- Para aficionados: Enfocar etapas de una o dos semanas con actividades principalmente aeróbicas y progresión controlada, sin buscar intensidades máximas. El objetivo es adaptar el cuerpo, nunca sobrecargarlo.
Nutrición y suplementación específica para entrenamiento en altura.
- Hierro y ferritina en rango óptimo: El proceso de eritropoyesis demanda una mayor disponibilidad de hierro: consulta analítica médica antes del stage.
- Aumento de carbohidratos (15-20% más): Por el mayor uso energético y de glucógeno.
- Hidratación proactiva: A mayor altitud, el aire es más seco y la deshidratación invisible es más frecuente.
- Alimentos ricos en antioxidantes y micronutrientes: Para compensar el mayor estrés oxidativo y reforzar el sistema inmunológico.

Altitud simulada: ¿es realmente efectiva para ciclistas?
Las cámaras hipóxicas, tiendas de hipoxia y dispositivos de reinhalación se están consolidando como alternativas válidas cuando no se puede acceder a la montaña. Hay evidencia científica de mejoras del 3-5% en potencia media para esfuerzos de resistencia tras periodos de entrenamiento y descanso en hipoxia simulada de 2-3 semanas.
Ventajas:
- Accesibilidad comodísima para quienes viven lejos de la montaña.
- Control absoluto de condiciones y riesgos.
- Compatibilidad con el método “vivir arriba, entrenar abajo”.
Limitaciones:
- No todas las máscaras restrictivas imitan realmente las condiciones de la altitud.
- Es necesaria supervisión y asesoramiento profesional para periodizar el estímulo y evitar hipoxia excesiva o adaptaciones inadecuadas.
Efecto residual: ¿cuánto tiempo dura la mejora tras el entrenamiento en altura?
Los beneficios fisiológicos de un buen ciclo de altura perduran entre 2 y 4 semanas. El mayor “pico” de potenciamiento suele notarse entre el cuarto y el décimo día tras el regreso al nivel del mar. Este es el momento idóneo para planificar competiciones clave o pruebas de rendimiento personal.
Después, el efecto comienza a atenuarse, pero la capilarización muscular y el almacenamiento de glucógeno pueden mantenerse durante varios meses, sobre todo si se sigue una rutina consistente.

Consejos prácticos para el entrenamiento en altura para ciclistas
- Planifica al menos 14-21 días de estancia o simulación: Menos tiempo puede producir solo fatiga, no adaptación.
- Prioriza los rodajes suaves los primeros días: Evita buscar tus mejores cifras de potencia al principio. Da tiempo a tu cuerpo.
- Sube en etapas. Si es la primera vez, opta por 1.700-2.000 metros. Alturas superiores, solo bajo asesoría profesional.
- Cuida tu alimentación y suplementación. Hierro, carbohidratos y antioxidantes, imprescindibles.
- Escucha a tu cuerpo: Si notas insomnio, dolor de cabeza o fatiga persistente, reduce la carga y consulta a un médico.
- Al regresar, disfruta del “efecto mágico”: Planifica tus objetivos clave para los 7-10 días posteriores a tu retorno.
- Aclimatación inversa: Entrena suave los primeros cuatro o cinco días después de bajar de la altitud para consolidar las adaptaciones y evitar el sobreentrenamiento.
Preguntas frecuentes sobre el entrenamiento en altura para ciclistas
¿Cuánto tiempo se necesita en altura para notar mejoras?
El consenso científico apunta a un mínimo de 14-21 días para obtener adaptaciones hematológicas y metabólicas significativas. Menos tiempo puede no ser suficiente para cambios sostenidos.
¿Puedo perder forma entrenando suave los primeros días en altura?
No, es parte del proceso de adaptación. El cuerpo necesita priorizar la aclimatación antes de poder asumir cargas fuertes; de lo contrario, sólo obtendrás fatiga y riesgo de lesión.
¿El entrenamiento en altura sirve para todo tipo de ciclista?
Puede beneficiarse especialmente a ciclistas de resistencia (ruta, maratón, triatlón), pero la respuesta es individual: existen “no respondedores”. Idealmente, prueba y monitoriza tus sensaciones y tu rendimiento.
¿La altitud simulada es igual de efectiva?
Las simulaciones similares de hipoxia han demostrado mejoras (3-5%) a un escenario real en condiciones controladas, especialmente si se usan metodologías consistentes como dormir en cámaras hipóxicas o hacer sesiones cortas de hipoxia intermitente.
¿Qué debes cuidar antes de un escenario en altura?
Antes de subir, asegúrese de tener los niveles de hierro, ferritina y hematocrito óptimos. Haga un chequeo médico si tiene antecedentes de problemas respiratorios o cardíacos.
¿Cómo planifica la nutrición específica?
Refuerza los aportes de hierro (carnes rojas, legumbres, espinaca), toma carbohidratos de rápida asimilación durante el ejercicio, hidrátate más de lo habitual y opta por alimentos antioxidantes.
¿Cuándo competirá tras un escenario en altura?
El mejor momento suele ser entre 4 y 10 días después de descender de la altitud, periodo en que las mejoras fisiológicas alcanzan su punto máximo.
Conclusión
El entrenamiento en altura para ciclistas es una herramienta de enorme valor cuando se aplica con planificación profesional y personalizada. Los deportes de resistencia, y en particular el ciclismo, pueden beneficiarse de sus adaptaciones hematológicas, energéticas y musculares, y las alternativas de simulación de hipoxia ofrecen la posibilidad de acceder a estos beneficios incluso sin vivir cerca de las montañas. Consulta siempre con expertos, controla tus parámetros y disfruta de cada pedalada: la cima está ahora, más que nunca, al alcance de tu rueda.

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