
Pogacar pulveriza varios KOM de la Roubaix
Tadej Pogacar, campeón mundial de ruta y una de las figuras más brillantes del ciclismo actual, ha vuelto a dar de qué hablar tras un impresionante reconocimiento de la clásica París-Roubaix. En este entrenamiento, que se extendió por 213 kilómetros en el corazón del mítico infierno de adoquines, el ciclista esloveno logró pulverizar varios KOM (King of the Mountain) en segmentos clave de la ruta. La noticia no solo ha sacudido el mundo del ciclismo, sino que también ha encendido el debate sobre su capacidad para competir y triunfar en una de las pruebas más emblemáticas y brutales del calendario.

Un entrenamiento que marca territorio
El mundo del ciclismo estaba expectante tras los rumores de que Pogacar estaba preparando su incursión en la París-Roubaix, una de las cinco grandes monumentos del ciclismo. Confirmada su participación, el esloveno no ha dejado duda alguna sobre el nivel de forma con el que afrontará esta prueba y hoy Pogacar pulveriza varios KOM de la Roubaix.
Su reciente entrenamiento lo llevó a recorrer más de cinco horas y media a lo largo de rutas adoquinadas y sectores legendarios de la París-Roubaix, incluidos Auchy-les-Orchies, Mons-en-Pévèle y Carrefour de l'Arbre, entre otros. Según su publicación en Strava, no solo rompió récords en algunos segmentos, sino que también dejó claro que está preparado para enfrentarse a los más grandes especialistas en pavé, como Mathieu van der Poel y Wout van Aert.
Por ejemplo, en el sector Aubers a Bersée, que cuenta con cuatro estrellas de dificultad, Pogacar marcó seis segundos menos que el KOM anterior logrado por Dylan van Baarle. El ciclista esloveno también brilló en Mons-en-Pévèle, otro sector de máxima dificultad, al arañar un segundo al récord establecido por Alec Segaert.
El desafío del Infierno del Norte Pogacar pulveriza varios KOM de la Roubaix
La París-Roubaix, conocida popularmente como el "Infierno del Norte", es una prueba icónica que combina brutalidad física, técnica y estrategia. Los interminables tramos de adoquines, el viento implacable y las traicioneras condiciones climáticas hacen de esta prueba una de las más difíciles en el ciclismo profesional. Ganarla no solo requiere fuerza y resistencia, sino también suerte y maniobras tácticas precisas.
Históricamente, esta clásica ha sido dominio de ciclistas expertos en pavés, con pesos corporales y estilos de pedaleo más adaptados al terreno empedrado. Pogacar, aunque menos corpulento que algunos de sus rivales, ha demostrado en múltiples ocasiones que su habilidad técnica y poder explosivo pueden adaptarse a una amplia variedad de desafíos.
De hecho, su gran actuación en el Tour de Flandes 2023, donde atacó agresivamente en muros adoquinados antes de derrotar a Mathieu van der Poel, es prueba de su capacidad para sobresalir en las clásicas. Aunque París-Roubaix es una carrera diferente, con sectores más caóticos y una superficie más implacable, el rendimiento de Pogacar en los segmentos belgas demostró que puede manejar el exigente pavé con habilidad y confianza.
Récord y preparación: los números que impresionan
Uno de los aspectos más reveladores del entrenamiento de Pogacar ha sido su alta velocidad promedio de 37 km/h durante el recorrido de 213 kilómetros, lo que confirma la increíble forma física que posee el esloveno. Además, las condiciones no fueron las más favorables, enfrentándose a viento en contra en gran parte del trayecto.
En el sector Auchy-les-Orchies, marcó seis segundos menos que el KOM establecido por Dylan van Baarle en la edición 2022 de la prueba. Posteriormente, en Mons-en-Pévèle, logró bajar en un segundo el récord de Alec Segaert mientras cruzaba esta sección de máximo nivel de dificultad con pavé irregular y peligroso.
El esloveno también estuvo impresionante en otros tramos decisivos como Gruson y Carrefour de l'Arbre, donde se quedó apenas a un segundo del récord marcado por Wout van Aert. Esto demuestra que su rendimiento sobre los adoquines está alcanzando un nivel que provoca inquietud en sus rivales, especialmente en especialistas como Mathieu van der Poel, ganador de la edición 2024 con un ataque espectacular de 60 kilómetros.
Su enfoque para París-Roubaix y otras clásicas
Aunque Pogacar está enfocado en ganar el Tour de Flandes por segunda vez este año, su decisión de participar también en París-Roubaix marca otro hito en su carrera. Para muchos expertos, esta inclusión en su calendario representa su deseo de vencer en todas las grandes monumentos del ciclismo, sumando el último trofeo que falta en su colección tras sus victorias en Liège-Bastogne-Liège, Il Lombardia y Flandes.
En varias entrevistas, Pogacar ha expresado que su enfoque táctico será clave, especialmente en una carrera que involucra tanta incertidumbre como París-Roubaix. “Lo importante es evitar un sprint con Mathieu van der Poel, porque es un excelente velocista”, comentó el esloveno antes de su participación en Flandes.
Además, reconoce que su equipo, UAE Team Emirates, se enfrentará a desafíos tácticos y técnicos adicionales, como el ajuste de sus bicicletas (probablemente Colnago, con neumáticos más grandes para absorber los impactos del adoquín) y la configuración de la estrategia para protegerlo en los sectores más caóticos. Una sólida colaboración con compañeros experimentados como Nils Politt y Florian Vermeersch será fundamental para que el joven prodigio aumente sus posibilidades de éxito.
Comparaciones con los grandes del pavé
La participación de Pogacar en París-Roubaix también revive comparaciones con leyendas del ciclismo que dominaron monumentos adoquinados. Los aficionados recuerdan figuras como Tom Boonen, Fabian Cancellara y Bernard Hinault, este último el último ganador del Tour de Francia que logró vencer en París-Roubaix mientras vestía el maillot arcoíris.
Pogacar, de 26 años y considerado una de las estrellas más completas de su generación, busca emular estos logros históricos mientras demuestra que los contendientes de Grandes Vueltas también pueden imponerse en la brutalidad de las clásicas. Sus habilidades para manejar la bicicleta, especialmente en situaciones técnicas o bajo presión, han aumentado las expectativas de que logre este hito más pronto que tarde.
Los peligros y la filosofía de asumir riesgos
La decisión de Pogacar de competir en París-Roubaix ha levantado algunas preocupaciones dentro de su equipo acerca del riesgo de una caída, algo que podría comprometer su preparación para el Tour de Francia, su objetivo principal para 2025. Sin embargo, el propio ciclista ha minimizado los temores señalando que hay otros momentos en las carreras de ciclismo que son igualmente peligrosos.
"Pienso que los sprints iniciales en una Gran Vuelta o en la aproximación a Cipressa en Sanremo son lugares más peligrosos que París-Roubaix", afirmó en una conferencia de prensa. Para él, competir en Roubaix es una oportunidad que no quiere dejar pasar, consciente de que el tiempo y las condiciones físicas perfectas son factores que juegan en su contra a medida que avanza en su trayectoria profesional.
Su filosofía de asumir riesgos refleja su ambición insaciable y su carácter de enfrentarse a cualquier desafío. Como él mismo comentó, “es una de las carreras más importantes y quería hacerla antes de que sea demasiado tarde”.
¿Qué esperar en la París-Roubaix?
La edición 2025 de París-Roubaix promete ser una de las más emocionantes de los últimos años. Con Tadej Pogacar confirmado, se suma una nueva dimensión táctica al enfrentamiento entre nombres establecidos como Mathieu van der Poel, Filippo Ganna y Wout van Aert, los especialistas del pavé que buscarán frenar al intrépido esloveno.
Si el clima y las condiciones de la ruta son favorables, Pogacar será uno de los contendientes que podría sorprender a todos, aprovechando su frescura mental y su enfoque hipercompetitivo para superar los sectores clave. Aunque no será fácil, su presencia y rendimiento en los reconocimientos recientes ya ha generado nerviosismo entre sus rivales. Las expectativas de sus seguidores y analistas están por todo lo alto.
Conclusión
Tadej Pogacar ha demostrado que no hay límites en su ambición por dominar el ciclismo en todas sus facetas. Su incursión en París-Roubaix no solo marca un nuevo capítulo en su carrera, sino que también desafía las normas tradicionales sobre qué ciclistas pueden prosperar en el pavé.
Con récords en sectores difíciles, una preparación meticulosa y un enfoque audaz, Pogacar está listo para desafiar a los mejores en el “Infierno del Norte”. La pregunta ahora no es si puede competir en Roubaix, sino si logrará añadir este legendario monumento a su ya impresionante palmarés. Mientras tanto, los aficionados al ciclismo esperan con entusiasmo el desenlace de esta emocionante batalla en los adoquines franceses.
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